caperucita negra

Érase una vez una niña llamada caperucita negra, en todo el pueblo eran temidas ella y su familia, decían que estaban maldecidas, pues la verdad es que por lo que comían...

Un día la madre de caperucita negra le dijo corre diablo y le llevas a tu abuela este roquefort, el pan este con moho y un cartón de leche fuerte.

También le dijo que si veía al lobo que lo engañara para espetarlo y dejarlo hasta que se pudriera y así poder comerlo e invitar a la abuela.

Caperucita iba caminando con su cara tan seria como siempre, se encontró al lobo, por allí, él le temía.

Y como era mexicano, pues a caperucita negra le ponía de los nervios y casi nunca se acercaba, pero hoy era su deber.

Así que le dijo, que había unos niños al fin de la calle que tenían unos juguetes que molaban una pila.

Siiii respondió con su horrible tono que tan nerviosas la ponía.

El tonto de Juanucho el lobo fue al fin de la calle, pero caperucita negra  corría como un lince.
Y cuando llego el lobo con su lanza le hizo ¡pummmmm! y el mexicano dijo ¡AAAAAAAAAAAAAAUUUUUUU! viendo viendo las estrellitas del cielo.

Y fue con caperucita incado en su lanza, protestando, fueron a casa de su abuela, a la abuela le entro su risa malvada de felicidad y exclamo ¡Cuando se muera se seque y se pudra, me llamáis para que nos lo zampemos! las dos rieron malvadamente.
Cuando salía todos los niños del barrio que tan amigos del lobo eran y tan mal les caía esta negra caperucita, empezaron a tirarle piedras hasta darle en la cabeza y la pobre chica malvada calló al suelo desplumada.
La abuela se enfado tanto tanto que dejó a la niña tirada en el suelo y se tiro corriendo, pero se tropezó con una piedra y pummmmm se metió una torta de las que duelen.
Las dos se estuvieron un buen rato en el suelo y cuando se levantaron no tuvieron ganas ni de ir tras los nenes y el lobucho.
Nada mas meterse el la cama y refunfuñar por los moratones.
Y colorín colorado esta negra historia ha acabado.