UNA AVENTURA EN LA SELVA

Érase una vez un chico llamado Tilo, era un mono, o venía de dicha familia, porque todos los días estaba colgado en la lámparas, saltando, incluso un día se  subió en el cuello de una señora, a lo mejor no me creéis pero es verdad.

Un día ya sus padres se dieron por vencidos y decidieron contratar a un guía para que lo llevara por la selva. Y así Tilo podría comprobar lo que era vivir en la selva, en un mundo tan peligroso...

Pero no fue así, estaban ya en medio de la jungla, el guía y el, por cierto a que no sabéis como se llama el guía, no lo sabéis, pues...¡Mochuelo! raro verdad.

Pues estaban los dos dando vueltas por el lugar.
 Mochuelo y Tilo se llevaban estupendamente, pues la verdad tenían mas o menos un gusto semejante, incluso a los dos les atraían los árboles muy muy altos para poder brincar y ver toda la selva desde arriba.

Pero esto solo acaba de empezar, resulta que los dos querían probar la carne de león, pero... como hacerlo, entonces pensaron y... ya está, matarían a una cebra, y la pondrían de cebo, entonces ¡pan! un disparo seco y carne.
Pero todo no es como en la imaginación, fueron a hacer lo planeado y... la cebra salió tras ellos, plan "A" a la basura. Esa noche no comieron, se les había quitado el hambre, al día siguiente no se arriesgaron, y fueron a lo fácil, los gusanos. Entonces no sabéis, al rato de comer, a los dos les salió un agujero por el pecho y después de eso muchos gusanos que ya habían comido.

¡Que asco!, los dos volvieron a casa, y a Tilo y Mochuelo se le quitaron las ganas de trepar a árboles de comer gusanos y leones.

FIIIIIIIIIIIIN

Los de la foto son Tilo y Mochuelo